Onírico... o un sueño recurrente
Pues en aquel sueño me encontraba solo en medio de mi habitación sentado en el piso con las piernas cruzadas, de noche y en la oscuridad. Claro que como era mi sueño, sabía y podía ver lo que había ahí. En las cuatro paredes había unas repisas, como tres a lo largo de cada una de las paredes, y sobre las repisas había muchos muñecos. Que nooo, no eran figuras mías, eran OTROS muñecos, tales como marionetas o títeres y ese tipo de figuras (no faltaba la marioneta como payaso o arlequín).
En la vida real nunca tuve una habitación ni con repisas ni con muñecos (mucho menos de ese tipo), pero bueno, en el sueño así era.
En algún momento en que estaba en medio de la habitación a oscuras, los macabros muñecos comenzaban a bajarse de las repisas y se iban acercando a mí y rodeándome, con sus miradas llenas de maldad. Si me alcanzaban, me descuartizarían y/o me llevarían a quién sabe qué lugar infernal de donde provenía eso que les daba vida.
También había a veces una variación, como dije, eso ocurría cuando en el sueño estaba yo sentado en el piso en medio de mi habitación, pero en ocasiones estaba yo afuera del cuarto en el pasillo (siempre había un pasillo), no importa donde estuviera viviendo en ese momento (de esto último ya hablé en alguna ocasión). El pasillo sí estaba iluminado, pero ocurría algo extraño (¿más?), de pronto había una fuerza de atracción como si fuera un imán gigante que me atraía hacia la habitación. Yo trataba de alejarme en dirección contraria pero era inútil, caminando me resbalaba tipo Michael Jackson y su famoso pasito, era difícil avanzar para alejarme, me agarraba de los marcos de las puertas del pasillo o de cualquier cosa que tuviera algún borde. La fuerza de atracción era tan fuerte que yo llegaba a estar cogido con las dos manos del marco de alguna puerta y quedaba totalmente extendido en posición horizontal, como si estuviera colgando pero horizontalmente, resistiendo hasta donde pudiera para no caer en la recámara en la que ya sabía lo que pasaría.
En el pasillo tenía la ventaja de que la pesadilla terminaba si yo resistía lo suficiente como para que alguien de mi familia apareciera por ahí, mi papá, mi mamá, mi abuelita o incluso mi hermana mayor podían ayudarme. No siempre andaba alguien y la gran mayoría de las veces caía en la habitación. La parte del pasillo realmente no era tan mala, tenía emoción.
Estando en el cuarto y sucediendo lo habitual en ese caso, era tan angustiante que me despertaba. Era horrible eso de los muñecos.
Me pasó muchas veces. Un día (más bien una noche), volvió a ocurrir. Yo ya estaba harto de eso. Mugres muñecos. Ahí venían de nuevo pero ahora ya estaba enojado ¿por qué tenía qué cuidarme de ellos? pensé "ah no, ahora el peligroso soy yo, que se cuiden de mí, malditos monos voy a acabar con ellos". Sí, se acercaron pero me puse como energúmeno, tirando golpes por todos lados, arrancando miembros, moviéndome muy rápido, el que estaba como poseído era yo jeje. Fue una masacre. Sabía que no podían conmigo, pues claro, eran unos muñecos, poseidos pero muñecos, nunca podrían contra mí.
Desde esa vez nunca más volví a soñar eso, ya no tenía chiste atacarme ni les tenía miedo. Seguí con mis sueños de aventuras de todo tipo como escapes de muchos lugares, monstruos gigantes como Godzilla, pandillas, matones, la escuela, cosas de la vida diaria (¿? bueno, más o menos), de todo un poco, pero pesadillas, aparte de la de mi embarazo, nada más.
Eso sí, estúpidos muñecos, me tuvieron miedo, salí más macabrón que ellos.
Enfréntalos
Namaste...
and good luck
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Ah, casi lo olvido. Este fue un comentario que hice en un post de Aldergut.

