Y estaba despierto

Desperté y faltaban 15 minutos para que fuera hora de levantarme pero aún tenía mucho sueño y quería aprovechar al máximo esos minutos durmiendo un poquito más, aunque fueran solamente 5 (que igual no sirven de mucho pero la hueva es la hueva). No había peligro de que me pasara de esos 15 minutos porque el despertador sonaría.

Maldición (y doble maldición pues estaba acostado solo y despierto), no me podía dormir a pesar del sueño que tenía (se me hace que sólo era hueva y no sueño). Traté de relajarme al máximo para lograr mi objetivo, lo cual por supuesto no conseguí por pensar demasiadas estupideces (algo normal). El tiempo avanzaba y yo en las mismas.

Un recurso que en alguna otra ocasión me había resultado era el imaginar que estaba plácidamente acostado en la cama más cómoda y en el lugar que yo quisiera. Pues bien, esta vez decidí omitir el imaginar la parte de las hermosísimas chicas desnudas acostadas junto a mí en esa enorme cama y etcétera pues esta vez solamente quería dormir y me quedaba poco tiempo.

La cama no era problema, ahora nada más era escoger el lugar. Uno que me es muy relajante es una gran cama (blanca) en medio de una habitación con una sola pared que se encuentra en la cima de una colina junto al mar. Las translúcidas y delgadísimas cortinas (blancas) se mecen por la suave brisa marina que entra a la rústica habitación cuyo techo está sostenido por unos troncos, nada del otro mundo pero muy relajante. Se parece a una habitación que vi en una de las casas del mutimillonario Richard Branson, así en la cima de un cerro y con vista directa al mar.

Neh, en ese momento no se me antojaba ese lugar. Tal vez ahora era mejor la opción de estar tirado en la arena de una playa desierta y desértica (aún mejor si era en una isla desierta y desértica). Sí porque tal playa da al desierto con cactus y todo eso. Por cierto, playa junto al desierto no es mi invención, sí existen y en México tenemos muchas, como en la foto (por cierto, si eliminas la palapita, se parecería más o menos a la playa de la isla desierta y desértica). Pero esa opción es mejor si tengo un poco de frío y no quiero sentirlo (el sol del desierto te lo quita). Pero no, tampoco. No tenía frío y como que no se me antojaban playas, ni islas ni desiertos.

Se me ocurrió entonces una cama comodísima (obviamente) pero en una gran habitación de un castillo, y como yo era el señor del castillo nadie me molestaría dadas mis órdenes. La cama era grande (y no blanca) y con el techito ese (no sé como se llama) que tienen las camas de las princesas de los cuentos... eehh, en este caso era la cama de un caballero como yo. La habitación tenía un ventanal por donde entraba ya la luz del sol. Ese ventanal se situaba desde el altísimo techo de la habitación hasta el piso, en realidad eran unas puertas con grandes mosaicos de vidrio que daban al balcón desde donde se podía observar el hermoso y vasto paisaje y que eran mis posesiones hasta donde se pierde la vista.

Sí, esta era la mejor opción. Pensé que todo castillo que se respete en medio de inmensas tierras debe tener su dragón que esté asolando a los pobladores. Ok, pues por ahí andaría volando el dragón. Un dragón alado pero del tipo europeo, más robusto y no como el de tipo asiático que parece más una serpiente con alas. Bien, el dragón es de un color como gris verdoso y se ve bastante bien alimentado, sí, no será de los dragones rojos o azules (que tal vez son más bonitos). Pienso que al levantarme en esa linda mañana abriré de par en par esas puertas que dan al balcón y en él respiraré hondo el aire matutino mientras observo la inmensidad de mis posesiones. Todo bien excepto que... por ahí anda el dragón. Estando en el balcón, de frente puedo ver si a lo lejos viene el hermoso animal y tomar mis providencias como correr hacia el cuarto y cerrar las puertas. Mmh, al ser las puertas de cristal el dragón podría romperlas fácilmente y asimismo desayunarme. Tendré que reforzar las puertas con unas gruesísimas barras metálicas (doradas para que todo cheque). Creo que sí me da tiempo de escapar del fiero animal si lo veo a lo lejos desde el balcón, corro y cierro las puertas (sí, son pesadísimas pero por supuesto que tienen un sistema cierra-fácil), el dragón romperá los cristales pero le costará trabajo traspasar las barras, con lo que yo tendré tiempo de escapar aún del fuego del encabronado dragón porque la habitación contará con un sistema escápate-fácil-hasta-del-fuego-del-dragón. Ah chingá, cómo de que no, si soy riquísimo (y además tengo muuucho dinero).

Está muy bien si la bestia alada viene de frente al balcón, pero si viene por detrás ni siquiera me voy a enterar cuando me comió. No problem, como el aposento no se encuentra hasta arriba del castillo, sobre la parte más alta de éste estarán vigilando unos de mis lacayos, que al avistar al animal (al dragón) emitirán la alarma yo creo que con algún toque de corneta y sabré qué hacer. Como no soy tan ojete, los centinelas tendrán donde protegerse más o menos, y si se come a alguno pus ya ni pex, son lacayos (y el dragón tiene que comer).

Lo malo es que los dragones a veces se ponen medio latosos y además a muchos del pueblo no les gustan, quesque porque se comen a la gente mire usté. Por otro lado si quiero seguir teniendo el respeto de mis súbditos (ah chingá ¿ahora tengo súbditos? no, pus eso de la caballereada sí deja) tendré que deshacerme de él, ni modo. Podría ir a buscarlo yo mismo como el valeroso caballero que soy (con escudero y la chingada), pero qué hueva me da. Mejor no seré un caballero sino un rey, y así convocaré a los caballeros para que se deshagan de la bestia ¡perfecto!. Mmh, nada más que generalmente el premio que se le da al caballero que mata al dragón es la mano de la princesa, la hija del monarca. Chin, ahora tendré que tener una hija y en edad casadera, mmh, digamos que ya se le estaría "pasando el camión", o sea que tendría como 15 años. Por supuesto, aquí las princesas y otras nobles mozas se casan muy jóvenes en matrimonios arreglados, como debe ser, así que esa sería una buena edad. La convocatoria la haré abierta solamente para nobles. Me vale madre que los caballeros estén más horrorosos que el dragón, aquí la princesa (bellísima por cierto pues es hija mía) no tiene voz ni voto, las cosas son como son y no me importa que el hijo del herrero (típico) esté más galán (también típico) que cualquiera de los caballeros y que sea más hábil y valiente. Total, si esos nobles son unos inútiles para matar dragones ya vendrán más (la mano de mi hija es un gran aliciente).

El dragón es colmilludo (y tiene mucha experiencia) pero solamente tiene una cabeza, no será muy difícil (lo extrañaré), así que un caballero que sea medianamente respetable y con un escudero que no sea un imbécil podrá eliminarlo. Ahí me acordé que el dragón no tiene 7 cabezas como la Hidra de Lerna que mató Hércules en uno de sus 12 trabajos. A la Hidra cada vez que le cortaban una cabeza le salía otra (o dos, creo), así que estaba más cañón. Además su sangre era hiperponzoñosa, por lo que al terminar el trabajito Hércules mojó las puntas de sus flechas en esa sangre para que los disparos fuesen perfectamente mortales. Para acabar con la terrible Hidra, Hércules cortaba una cabeza y su ayudante (¿o escudero?) con una tea o antorcha cauterizaba en donde estuvo la cabeza y así se evitaba que le saliera otra. No mames, aquí sí había que ser hábil (pero era Hércules) y también el escudero (que no era Hércules y no me acuerdo como se llamaba).

Lo de las flechas y la sangre ponzoñosa me hizo recordar entonces que tiempo después la esposa de Hércules llamada Deyanira (la original, no "Deyanira Rubí" el personaje de teibolera) quiso cruzar un río y el centauro Neso se ofreció a llevarla sobre su lomo para que no tuviera problema. Pues sí hubo problema y fue que el centauro era bien lujurioso y Deyanira estaba buenísima, así que se la quiso robar para violarla. Del otro lado del río Hércules vio la escena y al percatarse de que no llegaría a tiempo decidió disparar una flecha, tenía una puntería de semidios, claro, por lo que el tiro fue mortal para Neso.

El centauro agonizante le dijo a Deyanira, engañándola en mala onda, que su sangre (la de Neso) le serviría como filtro de amor para tener para ella solita el amor de Hércules, pues ya se sabía que el semidios era retecoscolino. La inocente (pero sabrosísima) esposa del héroe recogió la emponzoñada sangre del centauro (por el veneno de la sangre de la hidra en las puntas de las flechas) y la guardó en un frasquito (??) para cuando la necesitase.

Pues aconteció que un día Hércules ofrecería un sacrificio (o algo así) a su padre Zeus y necesitaba para la ceremonia ropa más presentable que la que traía puesta, por lo que le pidió a Deyanira una túnica limpia. La esposa celosa aprovechó la ocasión para untar con la sangre del centauro Neso la túnica que usaría Hércules, según ella para tenerlo enamorado nada más que de ella, desconociendo que era una trampa del vengativo centauro y que la sangre estaba envenenada por el veneno de la Hidra en ella. Momentos después de ponerse la túnica, Hércules sintió cómo la tela se adhería dolorosamente a su cuerpo por culpa de la sangre emponzoñada del centauro, y era tal el sufrimiento que el héroe trató de arrancársela pero fue en vano pues no consiguió sino arrancarse a jirones su propia carne con la túnica pegada. Sabiendo que era el fin de su cuerpo terrenal, le pidió a su hijo Hilo (que se me hizo chistoso ese nombre, pero a los 7 u 8 años de edad esos nombres se me hacían curiosos... y esas historias también) que encendiera una pira funeraria para que su parte divina ascendiera al Olimpo. El quemarse en la pira era menos doloroso que el sentir quemarse con la túnica.
¡¡¡RRRRRRRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNGGGGG!!!!

Bueno, el despertador en realidad no suena así pero la idea es esa. Espero que a ti te sirva para despertar de esta lectura (que te puede servir contra el insomnio). Como dije, yo estuve despierto esos minutos por culpa de estar pensando esas pendejadas en lugar de concentrarme para dormir un poquito más.

No lo soñé, todo fue despierto pero ya me tenía que levantar. Más tarde me quedé pensando en la habilidad que debía tener el escudero de Hércules para quemar la parte cercenada del pescuezo de la hidra y al mismo tiempo evitar que otra cabeza se lo comiera, sin contar el fuego y el aliento tóxico del mitológico animal. Para Hércules esto no debía representar mayor problema. Pero lo que sí me seguía carcomiendo con la duda era ¿CÓMO DEMONIOS FUE QUE DEYANIRA RECOGIÓ LA SANGRE DEL LUJURIOSO CENTAURO? ¿ACASO TRAÍA SIEMPRE CONSIGO UN FRASQUITO? Por lo visto la sangre no le manchó ni un dedo puesto que hubiese muerto. Pero la parte más difícil fue ¿Cómo diantres le hizo para untar la túnica sin tocar la sangre? hay que recordar que Deyanira desconocía que la sangre estaba envenenada y el efecto que causaría, así que ella no debió cuidarse mucho de no tocarla. En fin, cosas de la mitología.

He recordado entonces que tengo una nueva compañera (en el mundo real, ahora mismo, bueno, no es tan nueva, sólo se cambió de turno) y casualmente se llama Deyanira (pero no es teibolera... que yo sepa). Bueno pues hoy mismo le pregunto si sabe algo sobre su nombre y de la Deyanira de Hércules, de seguro que ha oído algo más que solamente de "Deyanira Rubí". Digo, tampoco es un nombre así superpopular.

Lo hice un poco más tarde por la mañana y, ¡oh decepción! Ella no había escuchado nunca de esa Deyanira de Hércules ni sabía qué onda con su nombre (además de que seguramente pensó que soy un pinche nerd). Sinceramente pensé que sí sabría algo porque al ser un nombre que no es como Claudia, María o alguno un poco más común, a veces saben quien fue alguien que se llamó igual. Me había pasado con anterioridad que alguna me ha dicho su nombre y yo le he contestado "Ah, ¿como Fulanita "la hechicera de tal lugar?" (o X, es un ejemplo), y me han respondido "¡Oh, ¿sabías de eso? qué chido". Y después puedo desviar la charla a donde sea conveniente jeje.
NOTA: No sé acerca de nombres, ha sido mera coincidencia.

Todo eso fue anteayer, y esta mañana Deyanira (la "nueva") me dijo que le platicó a su tía sobre su nombre y que ella le dijo algo acerca de una diosa del amor y tal. O sea que le quedó el gusanito y no pudo aguantarse el preguntar jeje. Eso no quita que haya pensado que soy un pinche nerd (no soy), pero gracias a eso hoy ya platicamos más y fue sobre otras pendejadas. Sirvió de algo.

Quiero mi dragón, o de perdida un dinosaurio.

Au revoir!